
"Cowboys from Hell" ofició de topadora en el metal, y funcionó de bisagra entre una década que se había ridiculizado con calzas, spray y delineador, y otra que apretaba bien los dientes cuando masticaba su rabia. El tema terminó siendo no sólo el título del quinto disco de Pantera (el primero en un sello importante), sino también que se volvió un slogan inesperado para la propia banda, que sumó las siglas CFH a su diseño visual, como un recordatorio al mundo de quienes eran y de dónde venían.